Imagina una botella que nunca fuese a parar al mar, que no contaminase el medio ambiente y que no tuvieras que reciclar. Es complicado imaginárselo porque algo material no puede ser inmaterial.
Atrium Salud presenta sus sistemas de agua purificada con filtrado, para beber, cocinar y cuidarte mientras cuidas del planeta.
Ofrecemos todo tipo de productos y servicios relacionados con el agua que garantizan la máxima calidad, tanto en su consumo como en su utilización. Sin usar botellas de plástico.
Somos seres de agua. Vivimos en un mundo de agua. Nuestro cuerpo está compuesto en la misma proporción que el planeta está cubierto en su superficie por agua. Sin el agua, la vida jamás hubiera sido posible en la Tierra. Por tanto, somos seres de agua.
Una gota de agua tiene el poder suficiente para hacer un hueco en una roca y miles de ellas corriendo al mismo tiempo pueden hacerse camino y cavar en la tierra esculpiendo formaciones geológicas tan impresionantes como el Gran Cañón.
Conseguir una cantidad equilibrada de minerales en el agua es vital para la salud. Los sistemas de Atrium Salud filtran y preparan el agua dejándola perfectamente saludable. Te olvidas de cargar con pesadas botellas ahorrando en espacio, tiempo, agua y energía.
Jorge Fernández recomienda los sistemas de Atrium
La hidratación del cuerpo es importante para transportar hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales como oxígeno a las células. Las células son capaces de producir la energía necesaria para un buen funcionamiento del cuerpo. El líquido elemento transporta y distribuye los nutrientes esenciales para nuestras células como los minerales, las vitaminas o la glucosa; elimina las toxinas que producen nuestros órganos, regula nuestra temperatura corporal; colabora en nuestro proceso digestivo; actúa también como lubricante de nuestras articulaciones. El agua es tan importante para nuestro cuerpo que una persona normal a una temperatura normal y con una vida relativamente sedentaria puede aguantar tan sólo entre 3 y 5 días sin beber.